Como hijos e hijas de la generación de los 60-70 tenemos una gran labor por delante, que las generaciones que nos suceden deberán mantener y mejorar.
Una labor de imprescindible para nuestra vida, para nuestra configuración como personas y para la de nuestros hijos. Un legado de amor, de respeto ,de reconocimiento que debemos aplicar para enseñar que los padres son el bien más preciado que un hijo puede tener, que debemos cuidar cuando nos han cuidado y que debemos dar porque nos han dado.
Podemos seguir mirando para otro lado, esperar a que el mundo cambie solo, pero será un tiempo precioso perdido en el que podríamos haber dejado una huella que guie a los que vienen detrás.
Nuestros padres se han hecho mayores, nos necesitan más que nunca, aunque no nos lo pidan, necesitan que comprendamos lo que supone hacerse mayor sin prejuicios, abnegadamente. Lo necesitan porque  hacerse mayor es muy duro, es un proceso de cambios que se presentan, algunos sin avisar, sin saber porque, ni como, ni que hacer, otros cambios se ven venir, pero solo si te fijas, solo si actúas y te mueves podrán ser bien gestionados.

Este año, desde esta perspectiva, hemos decidido lanzar una nueva campaña para poner a vuestra disposición nuestra experiencia, nuestra metodología en la intervención en Geriatría y  Gerontología y nuestra visión sobre la necesidad de una evolución en la forma en que asimilamos la senectud en nuestros padres y madres.
Una reflexión sobre nuestro papel como hijos, como cuidadores y como personas que hemos sabido agradecer lo que otros han hecho por nosotros. Nacemos absolutamente desprotegidos, desamparados, indefensos ante un mundo lleno de dificultades, retos, caminos…
He conocido a lo largo de mi trayectoria profesional infinidad de historias de vida en las que el desamparo, la negligencia y el abandono han marcado a la persona una ruta difícil de modificar. También a lo largo de mi vida he podido comprender la importancia de la familia en todas las etapas de nuestra vida.
Muchas veces repito que somos seres sociales, es un concepto inmenso que por la propia historia que nos rige hemos abandonado. Necesitamos implicarnos en nuestro ser social para entender que al fin y al cabo también soy lo que doy.
Podemos dar amor, amistad, cariño, comprensión, impulso, podemos dar una mano, un hombro, un momento, dignidad, autoestima… Si diéramos esto a nuestros padres sin ninguna duda le habremos dado todo.

En ReCréate estamos para ayudarte, queremos transmitiros nuestro apoyo en este proceso, queremos daros la mano y ayudar a las familias a comprender esos cambios y a establecer una estrategia, un plan para mejorar la vida de vuestros familiares.
Os hablamos de tomar conciencia y de pasar a la acción.
Hacerse mayor solo es un problema si no entendemos las nuevas necesidades y el papel de la familia en este proceso.
La familia ha de ser líder en este camino y los servicios sociosanitarios como Centro Activo de Día ReCréate y  ReCréate Prevención  somos vuestros mayores aliados.
Actuar a tiempo es esencial, a nivel de deterioro físico como de deterioro cognitivo, tanto que puede marcar un antes y un después.
Desde ReCréate no solo actuamos frente a la enfermedad sino también frente a la comprensión de los cambios propios de la edad que son en sí mismos parte de nuestra naturaleza.